El último avión de un famoso grupo de búsqueda y rescate que ayudaba a los balseros cubanos en el Estrecho de la Florida, fue vendido este mes para ayudar a los pueblos de Cuba y Haití a recobrarse de una brutal temporada ciclónica.
José Basulto, fundador y presidente de Hermanos al Rescate, decidió vender su propio avión (el que escapara a un ataque con aviones MiG del gobierno cubano en 1996) para financiar misiones de ayuda humanitaria a Cuba luego de que los huracanes Gustav y Ike azotaran la isla.
Un cheque por valor de $100,000 --el precio final por el Cessna Skymaster 337H bimotor de la década de 1970-- será presentado hoy en una conferencia de prensa a las Hermanas de la Caridad de Miami, quienes envían con regularidad alimentos y medicinas que son distribuidos dentro de Cuba.
El comprador fue Benjamín León, fundador y presidente de la junta directiva de León Medical Centers, quien pilota sus propios aviones. Pero no compró el avión con el propósito de volarlo.
"El tiene otros planes mejores. No lo necesita en realidad'', dijo Basulto. "Lo hace impulsado por la generosidad de su corazón''.
"No lo compré para volar en él'', afirmó por su parte León, dueño de un Cessna 182 de cuatro pasajeros, y un Turbo Plus de seis pasajeros que, según él, se considera "un Ferrari del aire''.
El avión de los Hermanos al Rescate es un tesoro, afirmó.
"Lo compré debido a su significado histórico'', dijo León en declaraciones a The Miami Herald. El empresario llamó a Basulto, amigo de la familia de su mujer, tan pronto como se enteró de los planes de venta a través de un artículo en El Nuevo Herald.
"Tiene un gran valor histórico, ya que es el único avión que escapó a las agresiones del gobierno cubano'', señaló.
El 24 de febrero de 1996, los MiG cubanos derribaron dos aviones de Hermanos al Rescate, matando a dos pilotos y dos pasajeros.
León afirmó: "Como cubano, me siento muy orgulloso de poder hacer esto''.
León dijo que no cambiaría el color o la matrícula en la cola del avión --N2506-- en honor a la brigada que participó en la operación de Bahía de Cochinos, con la que Basulto combatió.
El avión "representa una organizacion de la que todos estamos orgullosos porque ha salvado vidas humanas'', dijo León, quien añadió que el jefe de transporte de su compañía fue divisado por Basulto en ese mismo avión luego de que su balsa encallara en Cayo Sal, en las Bahamas.
"Creo que todos conocemos a alguien, que conoce a alguien que recibió en persona la ayuda de Hermanos al Rescate'', dijo León.
"No sé lo que voy a hacer con él'', dijo refiriéndose al avión. "Pero voy a usarlo para educar a mis nietos acerca de Cuba''.
Basulto dijo que no podía sentirse más complacido.
"Yo sabía que Dios me iba a mandar a un piloto cubano con los recursos financieros y con el corazón donde debe tenerlo'', aseguró Basulto.
"Soy muy feliz porque encontré a alguien que va a realizar ambos propósitos'', dijo. "Uno, hacer posible que usemos el valor adquirido del avión para ayudar de nuevo al pueblo de Cuba, y el otro es que el avión sea conservado como el objeto histórico que en realidad es'', agregó.