Cuba está sacrificando el progreso que hizo con sus acreedores en los últimos años para favorecer prioridades sociales, señalaron esta semana fuentes empresariales, en momentos en que La Habana enfrenta menores ganancias en divisas extranjeras y los daños de un huracán.

El Banco Central de Cuba reveló a un consorcio de acreedores japoneses privados que un acuerdo de reestructuración de la deuda por $750 millones, firmado en 1998, debe ser reprogramado, señalaron las fuentes. Cuba también está ignorando un acuerdo de reestructuración de $400 millones firmado este año con México, indicaron.

''Nos dijeron que los alimentos, el combustible y la reparación de casas van primero y que no pueden realizar los pagos programados el año próximo'', dijo una fuente empresarial japonesa.

Japón es el mayor acreedor de la isla caribeña.

El Banco Central de Cuba informó en el 2001 que de una deuda en moneda dura de $11,000 millones, cerca del 20 por ciento se le debía al gobierno y al sector privado del país asiático.

Cuba había incumplido con el pago de su deuda con Japón y con otros países desde 1987. El acuerdo de 1998 con compañías japonesas generó esperanzas de que La Habana pudiera estar lista para cumplir el resto de sus obligaciones. Esto no ha sucedido, con la excepción de un acuerdo de $110 millones firmado con Alemania en el 2000, y el pacto con México.

Una serie de conversaciones entre La Habana y los países ricos en el marco del Club de París comenzaron en 1999 sobre deuda oficial de $3,500 millones; pero fueron suspendidas en el 2001.

''Las condiciones propuestas son absolutamente imposibles [de cumplir] para nosotros. Provocarían una explosión social'', dijo recientemente el presidente del Banco Central de Cuba, Francisco Soberón.

''Cualquier resolución debe incluir una reducción de deuda e intereses más bajos'', agregó.

Un pacto con Alemania sigue en marcha, indicó un diplomático de ese país, pero el acuerdo firmado este año con Bancomext, un banco de comercio exterior gubernamental de México, está en medio del caos.

''Primero, cancelaron unilateralmente garantías de deuda que nos tomó años negociar. Después, incumplieron un pago de millones de dólares en junio sin ni siquiera dar una explicación'', reveló una fuente cercana a Bancomext.

La Habana ha incumplido la mayoría de los pagos de su deuda a largo plazo y ha dependido principalmente del financiamiento a corto y a mediano plazo para importar combustible, alimentos y otros productos básicos desde el colapso soviético.

''La mayoría de las compañías cubanas no están pagando a tiempo. Quieren hacerlo, pero simplemente no pueden. Están renegociando con todos'', aseguró el gerente en La Habana de un banco europeo.

La Habana también se encuentra atrasada en el pago de su deuda con países como España y Canadá, que le daban garantías comerciales a corto plazo, lo que incrementó su ya alto estatus de riesgo crediticio, que la compañía calificadora Moody's sitúa en Caa1, entre los peores.