NUESTRO MENSAJE A MEXICO

El pasado día 7 de marzo de 2002, con el propósito de escuchar la posición del gobierno mexicano, así como de expresar la nuestra con respecto a los hechos ocurridos recientemente en la embajada mexicana en La Habana, aceptamos una invitación para una reunión con el Embajador Juan José Bremer de dicho país y concertada por el Embajador Manuel Rodríguez Arriaga, su consul en Miami.

Hermanos al Rescate se concretó a tres puntos en la reunión. Primero, agradecimos el reconocimiento otorgado a los opositores en la Isla en la reciente visita del presidente Fox a Cuba y solicitamos comienzen los contactos del gobierno mexicano con los opositores con la requerida frecuencia, así como que se les reconozca como los verdaderos representantes del pueblo cubano que no puede hablar.

En el segundo punto que tratamos, hicimos hincapié en la responsabilidad adquirida por el gobierno mexicano al negarle el asilo y entregarle a Castro el grupo de refugiados que entró en su embajada en La Habana. Le pedimos al embajador que, de manera ostensible, su gobierno interceda por los cubanos devueltos y responsabilice a Castro por la integridad física y los derechos humanos de los mismos.

Por último, le pedimos al Embajador Bremer, que interceda para que Mexico reconozca la constante violación de los derechos humanos en Cuba, y le recordamos que la mejor oportunidad para hacer esto tendrá lugar proximamente en Ginebra donde una condena de parte de Mexico al gobierno cubano sería no solo un acto de justicia, sino también el mejor mensaje que Mexico le podría enviar al pueblo cubano y su exilio.

Desconocen la suerte de los cubanos desalojados     El Nuevo Herald March 2, 2002

LA HABANA
 
Un camion transporta la tropa de asalto.
Un camion transporta la tropa de asalto.

Fuerzas especiales cubanas sacaron de la embajada mexicana en La Habana y llevaron a un destino desconocido el viernes a los 21 jóvenes que habían irrumpido en su interior estrellando un autobús contra la verja de la sede diplomática.

La operación de desalojo antes del amanecer, que duró seis minutos, fue realizada a petición de México después que los jóvenes, que querrían salir de la isla, se negaran a evacuar la sede voluntariamente.

''Fue el propio comandante (el gobernante Fidel Castro) quien diseñó y supervisó esta operación'', especificó a Reuters el número dos de la embajada mexicana, Andrés Ordóñez.

El gobierno mexicano dijo en un comunicado que pidió a Cuba que se tuvieran en cuenta ''razones humanitarias'' a la hora de proceder con los desalojados, que habían asaltado la embajada el miércoles por la noche.

''Que no se les maltrate, que se respete su dignidad'', concretó Ordóñez.

Sin embargo, México no puso condiciones, según Ordóñez, sobre la suerte posterior de los desalojados, que habrían sido llevados a un desconocido lugar de detención y que enfrentarían cargos judiciales relacionados con el robo del autobús y la entrada violenta en la embajada.

''México no opina sobre eso, eso es una cuestión de legislación interna'', dijo Ordóñez.

Cuando entraron en la embajada los 42 miembros de las fuerzas especiales, los 21 jóvenes, con edades de entre 17 y 38 años, estaban durmiendo en la biblioteca donde habían sido alojados y al ser despertados no opusieron resistencia, con la excepción del mayor.

''No hubo violencia, hubo quien se resistió, que no quería acceder, pero no hubo ningún tipo de maltrato'', añadió Ordóñez, quien presenció la operación junto con el embajador Ricardo Pascoe.

En el momento del desalojo, reporteros de Reuters, mantenidos por la policía fuera de la calle de la embajada, oyeron gritos y vieron movimientos.

No se pudo ver a ninguno de los desalojados cuando fueron sacados, pues su salida fue cubierta por camiones y cartones, pero sí a las fuerzas especiales vestidas de negro.

México, tras señalar que no se trataba de solicitantes de asilo sino de emigrantes económicos, les había pedido que se fueran y como se negaban a abandonar el edificio solicitó a Cuba que desalojara la embajada, según La Habana.

''El gobierno mexicano expresó su deseo de que dicha medida fuese complementada de modo de que se evitara cualquier daño físico a los intrusos y con empleo mínimo de la fuerza'', añadió la nota cubana.

Desde la noche del incidente del miércoles la embajada se mantuvo bloqueada por un fuerte operativo de seguridad, con calles cortadas a su alrededor y un cordón policial.

Para ayudar solucionar llegó a La Habana el subsecretario de Relaciones Exteriores de México, Gustavo Iruegas, quien mantuvo varias reuniones en la embajada poco antes del desalojo.

El incidente se originó por una mala interpretación de comentarios del canciller mexicano, Jorge Castañeda, quien dijo que las puertas de la embajada y de México ''están abiertas'' para todos los cubanos.

Estas declaraciones fueron repetidas por emisora Radio Martí de Miami, financiada por Washington, en lo que el gobierno de Cuba, que la culpa del incidente, denominó una ``grosera provocación''.

El gobierno cubano calificó a quienes ingresaron a la embajada mexicana de ''delincuentes, elementos antisociales y lumpens'', y aseguró que 13 de los 21 que ingresaron a la sede diplomática tenían antecedentes penales.

''Son elementos que proceden del potencial delictivo y antisocial que todavía en parte subsiste en nuestra sociedad'', dijo un comunicado oficial. ''Ninguno realmente está motivado por ideas u objetivos de carácter político'', añadió.

Ordóñez dijo que el gobierno mexicano también los consideraba ''delincuentes'' por haber asaltado la embajada. ''El nivel sociocultural de esta gente es de modestia extrema'', añadió.

De los 21 desalojados, 16 entraron en el autobús y otros cinco a pie aprovechando la confusión, dijo Ordóñez.

Según disidentes, y jóvenes entrevistados en el lugar de los hechos, son las duras condiciones económicas en la isla y las limitaciones impuestas por el gobierno a la emigración las que motivan que la gente busque otras formas de salir.

''Déjennos salir, yo detesto esto. ¿Por qué no puedo ir donde quiera?'', dijo un joven, Pedro, a Reuters frente a la embajada en la noche del miércoles antes de la llegada del autobús.

El gobierno dijo también que habían sido arrestadas más de 150 personas que trataron de entrar a la embajada la noche del miércoles.

Según la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, que ha denunciado que en la noche del miércoles se produjeron ''cientos de arrestos y muchos actos de brutalidad policial'', los desalojados podrían enfrentar serias penas de cárcel y represalias.

 

Cientos de detenidos en La Habana

El Nuevo Herald
 
Brigadas de acción rápida reparten garrotes entre sus miembros, próximos a la embajada de México.
 
Brigadas de acción rápida reparten garrotes entre sus miembros, próximos a la embajada de México.


La policía cubana ha arrestado discretamente a centenares de personas que ayer merodeaban o se dirigían hacia la embajada de México en La Habana, informaron fuentes disidentes en la isla.

''Esos arrestos son muy silenciosos. Están deteniendo como en una milla a la redonda de la embajada. Mayormente son familias de Güines y localidades al sur de La Habana que escucharon la noticia por radio'', dijo el opositor Elizardo Sánchez Santa Cruz, de la ilegal Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN).

Sanchez añadió telefónicamente desde la capital cubana que ''ni el gobierno ni ningún funcionario mexicano tiene responsabilidades en este nueva crisis de refugiados en embajadas'' acreditadas en la isla.

''Rechazamos el uso de la fuerza por parte de ciudadanos cubanos o de otra nacionalidad para buscar refugio o asilo en embajadas lo cual pone en peligro sus vidas, las de agentes de autoridad y periodistas y otras personas inocentes'', dijo.

El disidente coincide con Washington en que ``las causas de este nuevo acto desesperado para escapar de Cuba a como dé lugar hay que buscarlas en la situación de creciente crisis económica, política y social y de derechos humanos que agobia a la gran mayoría de los cubanos en la isla''.

Las detenciones ocurrieron después que 21 personas, entre ellas tres menores de edad, penetraron violentamente, en las últimas horas del miércoles, en el recinto de la embajada mexicana después que varias de ellas estrellaron un autobús contra el muro exterior de la sede y lo derribaron parcialmente.

El ómnibus Mercedes Benz azul y blanco, de la ruta pública P1, se estrelló a las 9:45 p.m. contra la entrada principal de la embajada, y de inmediato algunas personas que se encontraban en los alrededores se precipitaron hacia el interior de la sede, pero la mayoría no pudo entrar pues unos 40 miembros de la policía se lo impidió, dijo una fuente desde La Habana.

Anteriormente en la noche del miércoles, corresponsales extranjeros habían acudido al lugar indagando sobre versiones que daban como cierto que un autobús se había introducido en el recinto.

Poco menos de dos horas antes del incidente, el encargado de negocios de la embajada Andrés Ordóñez desmintió la noticia y llamó la atención a la cantidad de rumores que circulaban por la ciudad desde horas tempranas.