Aun cuando muchos cubanos en la isla tengan graves recelos sobre los exiliados, una mayoría cree que los cubanoamericanos deberían poder retornar a su patria para contribuir a los esfuerzos de reconstrucción después de un cambio de régimen, según un estudio que será dado a conocer esta semana.
El estudio, que se apoya en respuestas a una encuesta entre cubanos recién llegados, intenta comprender el ''sistema de valores'' de los cubanos que han vivido bajo 45 años de dictadura comunista de Fidel Castro, en un esfuerzo por estar mejor preparados para una transición en la nación caribeña.
Los resultados del estudio sobre ''Comprensión del sistema de valores sociales y políticos de los cubanos en la Isla'', será dado a conocer el miércoles por el Instituto de Estudios Cubano-Americanos y Cubanos de la Universidad de Miami.
''La mayoría de los estudios sobre la transición ha lanzado una mirada a las condiciones política, legal y económica, pero ninguno de ellos ha abundado en cuán profundo es el impacto de la conducta humana en este proceso'', dijo Andy Gómez, miembro del instituto y uno de los siete académicos que prepararon el estudio. ``Comprender el sistema de valores de los cubanos nos ayudará a saber cómo lidiar con la transición política, económica y legal en Cuba''.
La encuesta se basó en una muestra de 208 cubanos, predominantemente blancos, mayores de 21 años. La encuesta tiene un margen de error del 5 por ciento. Entre los hallazgos está:
• 34 por ciento no confía en los exiliados cubanos.
• 53 por ciento no apoya el embargo de EEUU contra Cuba.
• 65 por ciento está a favor de que los exiliados regresen a Cuba.
• 51 por ciento dijo que no regresaría a Cuba aunque cambiara el sistema político.
Gómez dijo que los hallazgos sugieren que los cubanoamericanos tal vez desempeñarán un papel secundario cuando tenga lugar la transición.
''¿Podríamos los cubanos exiliados ser los primeros en desembarcar en Cuba para implementar estos nuevos valores? No lo creo'', dijo él, agregando que las organizaciones no gubernamentales tendrán que prestar un apoyo financiero significativo y experiencia para construir la sociedad civil.
Otra cuestión importante que la encuesta mostró es que los cubanos carecen de fe en todas las instituciones formales de la isla, lo que pudiera ser problemático cuando se establezcan nuevas instituciones en una Cuba sin Castro.
El estudio fue inspirado por una visita a Checoslovaquia en 2002, durante la cual Gómez dijo que escuchó al primer ministro decirle a un reportero que el proceso de transición hubiera podido ser más fácil si el gobierno hubiera atendido más las necesidades del pueblo y prestado menos atención a la tradición política y económica del antiguo país comunista.
Los investigadores inicialmente habían planificado llevar a cabo la encuesta en el interior de Cuba, pero dos de cada tres colegas que iban a ayudar a llevar a cabo el proyecto se encontraban entre los 75 arrestados durante la acometida del año pasado contra los disidentes. Cada uno de ellos recibió sentencias de 30 años de cárcel. Gómez rehusó identificar a sus contrapartes cubanas por temor a que ellos o sus familiares pudieran sufrir más represalias.
El equipo de investigación cambió la estrategia al entrevistar a cubanos que habían estado en Estados Unidos no más de un mes. Se dirigieron a los Servicios Mundiales de la Iglesia, una agencia de relocalización, que estuvo de acuerdo en presentar la encuesta como parte de su programa de orientación. La encuesta se efectuó entre el 10 de noviembre y el 25 de diciembre.
El equipo de investigación está buscando fondos para hacer un estudio más amplio que compare los sistemas de valores de los cubanos que hayan estado en EEUU por menos de un año y los exiliados que llegaron en cuatro oleadas separadas desde que Castro tomó el poder en 1959.
''Es importante comprender el sistema de valores de ambos, los que se encuentran en la isla y los que están aquí, a fin de que tenga lugar la reconciliación'', dijo Gómez, nacido en Cuba. ``Hay algunos que consideran que la transición implica eliminar a Castro y sus seguidores del cuadro, pero hay que situarlos en un contexto adecuado, histórico. No se les puede simplemente eliminar de nuestra historia''.