.Número 35 ........................ www.hermanos.org .......................... Septiembre 1998
AMOR CON AMOR SE PAGA
Por José J. Basulto
Respondiendo a las peticiones de auxilio de las comunidades de Haití y la República Dominicana y de la membresía de carácter internacional de nuestro equipo de pilotos, HAR condujo una misión de apoyo a los esfuerzos de auxilio que se están organizando en la ciudad de Miami a consecuencia del huracán Georges. La decisión de participar no fue difícil, en una familia de pilotos donde el dolor del pueblo cubano ha sido también el dolor de jóvenes de 18 países. Era nuestra obligación también ayudar a estos dos países devastados. Vivimos en un mundo que cada vez se hace más pequeño. Sólo el que está dispuesto a dar puede también esperar recibir. A nosotros, que hemos recibido tanto, nos ha llegado nuestra hora de dar.Dados los limitados recursos a nuestra disposición, determinamos que nuestra misión sería la de informar a nuestra
comunidad sobre los detalles de la tragedia, para así estimular, por los medios de prensa, el envío de ayuda humanitaria. Invitamos a periodistas de los canales de televisión 23 y 51, así como El Nuevo Herald y Radio Paz. En total un equipo de diez participantes se trasladó a ambos países durante los días del 3 al 5 de octubre.
Las imágenes y testimonios recibidos y su presentación por este grupo de valientes miembros de la prensa están cumpliendo cabalmente su cometido. Nuestra organización reconoce por este medio a: Rui Ferreira y Hector Gabino de El Nuevo Herald; Jorge Lewis del Canal 51; Ricardo Arambarri y Osvaldo Buzzi del Canal 23 y Mardy Hans de Radio Paz, quienes colaboraron con entusiasmo y profesionalismo para el éxito de una misión en la cual ellos eran los verdaderos Hermanos al Rescate y nosotros, Billy Schuss, Guillermo Lares y yo, sólo sus ayudantes. Que Dios los bendiga.
Mensaje a Mis Compatriotas, Especialmente a Aquéllos en la Cuba que Sufre, sobre la Propuesta de Plan para el Desafío Cívico Nacional
Por Olga M. Cano
Quisiera compartir con ustedes las razones que me llevan a prestar mi humilde contribución a la Propuesta de Plan para el Desafío Cívico Nacional, que ya comienza a recibirse en Cuba. Este Plan contempla la participación de todos los cubanos interesados en hacer posible la lucha interna en tierra cubana, con el apoyo del exilio. Plantea una lucha por medios confrontativos noviolentos, con recursos a nuestro alcance, y netamente cubana.He sufrido el exilio desde hace muchos años. Pero ni me atrevo a comparar este sufrimiento al de ustedes en Cuba. Siempre he sentido culpa por no servir a Cuba, cuando siempre lo he considerado mi deber. Llega el momento en que el escapismo, tan común entre nosotros los cubanos, no funciona porque no nos podemos escapar de nosotros mismos.
Nuestra Patria, y con ella la vida de los cubanos, ha sido destruída para el beneficio de la élite del gobierno, para satisfacer la psicopática obsesión por el poder absoluto de un individuo. Analicemos el pasado y el presente para así movernos hacia un futuro cierto. Es importante que todos planeemos y compartamos entre nosotros el sueño para el futuro de Cuba. Es importante reconocer que la desesperanza y el miedo están entre las armas más poderosas del régimen. Es importante reconocer, a medida que nos vayamos abriendo, que "Tu Vecino Piensa Igual". Es importante unirnos, planear y organi-zarnos para plasmar nuestro camino y nuestro destino.
Me acechaba la duda: ¿Ha sido Cuba destruída por el régimen actual a tal grado que está más allá del rescate? Esa idea es incompatible con nuestra historia, con nuestro carácter, y, además, no es cierta. ¿Vale la pena luchar? Por un lado, la represión del régimen es brutal y es natural temerle al cambio. Por otro lado, el presente es inaguantable, totalmente inaceptable.
Creía en dos falacias: Primero, quizás una de las peores mentiras del régimen: la impotencia del pueblo y la omnipotencia del gobierno. Segunda, que un conflicto armado era necesario para resolver el problema nacional. Pienso frecuente-mente en la angustia del Padre Félix Varela cuando consideraba si la guerra justa era necesaria para salvar a la amada Patria, aún cuando la violencia le resultaba repugnante.
Empecé a cooperar con Hermanos al Rescate el año pasado y a estudiar la idea de la lucha noviolenta planteada por José Basulto como solución a nuestro problema nacional. Puedo decir, con toda sinceridad, que mientras más analizo la estrategia noviolenta, más me convenzo que es nuestra gran, quizás nuestra única oportunidad. Es la alternativa ideal a la sumisión y a la violencia. Y sabemos
que todos los cubanos tenemos poderosos motivos para ser escépticos, hasta cínicos. Es por ello que debemos considerar si la filosofía y la estrategia de la noviolencia son o no utópicas y llegar a nuestras propias conclusiones. Debemos analizar esta propuesta sin dejarnos influenciar por las mentiras del régimen, trascendiendo su cruel adoctrinamiento y represión que pretenden hacernos perder nuestra dignidad, nuestras esperanzas, nuestro espíritu y pensamiento de ser humano libre, y nuestra cubanía.
Admiraba a Ghandi y a Martin Luther King, Jr. en mi juventud. Después, al volver a analizar estas filosofías recientemente, concluyo que muchas de estas ideas son aplicables en Cuba. La doctrina de Martí tiene una profunda inspiración noviolenta. En los dos mil años de Cristianismo se repite la lucha noviolenta. No me refiero al pacifismo, sino a la lucha noviolenta activa. Aunque quizás no la reconozcamos como tal, la lucha noviolenta ha sido practicada en muchos movimientos que han triunfado, a través de los siglos. Recientemente fue clave en la liberación de los pueblos subyugados por la Unión Soviética, incluyendo la liberación de Checoslovaquia, Hungría, Polonia, y Alemania Oriental, y en sofocar el intento de golpe de estado en Rusia en 1991.
En 1993 los obispos católicos norteamericanos concluyeron: "Cambios que apenas nos hubiéramos podido imaginar hace diez años han ocurrido ante nuestros ojos. Sin violencia, la esperanza, el coraje y el poder de la gente ordinaria han derrumbado paredes, restaurado libertades, derrocado gobiernos y cambiado el mundo."
Hermanos al Rescate:
Queremos cooperar a trascender al régimen actual y a establecer la democracia y soberanía en nuestra tierra, poco a poco, en la medida de la capacidad del pueblo. Sin violencia... Sin odio... Sin miedo... Con respeto... Con amor al prójimo y a nuestra nación... Queremos construir, no destruir. La noviolencia es creativa. Es medio y fin. La noviolencia es a su vez moral y práctica. Le habla al corazón, al alma y a la mente. Usa armas políticas, sociales, económicas y psicológicas.
Aquí nos limitaremos a mencionar la base estratégica. Esta estrategia práctica se basa en gran parte en libros y publicaciones del Dr. Gene Sharp, reconocido autor y principal académico del Albert Einstein Intitution. Desde el punto de vista estratégico, práctico, se basa en la siguiente simple perspicacia:
El poder político no es intrínseco en el gobierno. Todas las dictaduras y en verdad todos los gobiernos dependen del constante abastecimiento de muchas fuentes de poder. El poder reside en el pueblo: si el pueblo le corta el poder a una dictadura, ésta termina por desintegrarse. Esto se conoce como "el poder del pueblo". Es una estrategia que tiene sus raíces en el pueblo. Por eso Hermanos al Rescate insiste en que cada cubano debe mirarse al espejo y decir: "El Cambio Soy Yo". La realidad es que somos nosotros, ciudadanos comunes y corrientes, los que tenemos la capacidad de prolongar o terminar la tiranía. Los dictadores nunca son tan poderosos como ellos lo quieren hacer creer. Las dictaduras contienen importantes puntos débiles internos, problemas y conflictos que usualmente esconden del público en general.
El Plan contiene la siguiente definición:
"El Plan es un concepto estratégico basado en la activa participación popular y el efecto cumulativo de una acción masiva de actos sucesivos o simultáneos actuando sobre los puntos vulnerables de la tiranía. La lucha noviolenta crea una situación asimétrica con la tiranía al no confrontarla en sus puntos más fuertes: la violencia y represión. Socava sistematicamente y le corta el abastecimiento de las fuentes del poder de la tiranía. La victoria se obtiene tras un proceso de escalamiento de intensidad y complejidad de acciones noviolentas que
unifican en propósito al pueblo contra el gobierno y transfieren el poder del gobierno al pueblo. Llega el momento que la población y los grupos e instituciones en manos de los luchadores por la democracia alcanzan un nivel de poder tan alto que la represión se vuelve impotente y la tiranía pierde el control, se paraliza y se desintegra."
Si nos podemos imaginar como una huelga de obreros puede paralizar una fábrica también nos podemos imaginar como una sociedad puede aplicar el mismo principio de no cooperación contra la opresión. Nos podemos imaginar cuando:
Pero para llegar a este punto hace falta organización y planeación; hace falta una estrategia. Esta escena describe el final de la lucha. Nuestra etapa actual es de unirnos, de prepararnos, de comenzar poco a poco, en la medida que nos sea posible. El peligro fatal sería precipitarnos, caer en la violencia.
El Plan, por razones prácticas, divide la implementación en seis fases, que a su vez resume en un cuadro sinóptico de una hoja. En si, el concepto de la estrategia es simple.
Petición a nuestros lectores: Fotocopiar y
enviar a Cuba este Paralelo/24