Número 54                                                          www.hermanos.org                                                          Junio 2000

 



A continuación publicamos el primer artículo escrito

por Martha Beatriz después de salir de prisión:

 

CASI TRES AÑOS DESPUÉS

Por Martha Beatriz Roque Cabello

 

Todo el que pregunta: ¿Cómo es la cárcel?, no podrá obtener una respuesta adecuada.  Para saber cómo es la prisión, hay que vivir esa horrible experiencia.  No existen palabras para definirla, ni anécdotas suficientes para trasladar los momentos por los que pasa un recluso.

 

No obstante, en mi caso particular, creo que podría estar mucho tiempo, del que me quede de vida, escribiendo sobre estos casi tres años de encierro injustificado; pues tengo latente en la memoria cada minuto desde que a las 5:10 a.m. del 16 de julio de 1997, la policía política tocó a la puerta de mi casa, para registrarla y detenerme.

 

Fueron tiempos bien difíciles.  Sin embargo, siempre que había una oportunidad (las visitas en Villa Maristas y en la Sala de la Seguridad del Estado del Hospital Militar eran con la presencia de oficiales) en los contactos con mi familia, me hablaban del apoyo que teníamos, la solidaridad internacional, los pronunciamientos por nuestra libertad hechos por personalidades tales como Su Santidad el Papa Juan Pablo II y el Primer Ministro de Canadá Jean Chrètien, entre otros.  En ocasiones tuve acceso a leer cartas de niños de escuelas de distintos lugares del mundo que nos trasladaban su dulzura para darnos ánimo.  Y no faltó tampoco el calor tropical de algunos de nuestros hermanos del exilio.

 

Ese contacto con lo que está pasando en el exterior resulta indescriptible, es como si se llenara un pedacito del corazón con nuevos bríos, para seguir soportando lo que dije anteriormente que no se puede definir.

 

Por eso ahora que estamos parcialmente en libertad, en este momento inicial de comunicación escrita, tengo que agradecer esta ayuda, que desde el punto de vista espiritual nos sirvió de tanto.

 

Retomando la tribuna que tenía antes de ser encarcelada, debo abogar primero que todo por mi hermano de causa Vladimiro Roca Antúnez, que aún permanece en prisión y para el cual pido a aquellos grupos políticos y personalidades que mencioné, que mantengan su solidaridad hasta que sea puesto en libertad.  Desde el punto de vista personal estoy “amarrada” a Dios y ratifico mi posición de mantener la búsqueda de espacios en la sociedad civil, para poder transitar hacia la democracia.  Este es el compromiso, no importa cuan dura haya sido la prisión o que esté presente la posibilidad de volver a ella.  Más fuerte que todo esto es el amor a nuestro país, a la querida islita verde, y el pleno convencimiento de que: “La Patria Es de Todos”.

 

Ciudad Habana, 11 de junio del 2000

Año Santo Jubilar

 

Martha Beatriz Roque Cabello

  


¿VIOLENCIA DE BALSEROS O TEATRO DE FIDEL?

Por José J. Basulto

 


Recibimos con sorpresa y preocupación la noticia dada por el Servicio de Guardacostas de EEUU (USCG) el día 30 de mayo del 2000, en la que reportaban un “aumento” en la violencia de algunos balseros “rescatados” por ellos en el Estrecho de la Florida.  La noticia nos llegó con suficiente tiempo para asistir a la conferencia de prensa, donde, también para sorpresa nuestra, no nos dejaron entrar.  Durante años el típico balsero cubano ha sido una persona tranquila, en busca de paz y libertad.

 

 Acudimos a una cita con el USCG el pasado día 8 de junio en busca de respuestas a varias de nuestras interrogantes.  Nos entrevistamos Billy Schuss y yo con la Sra. Carolyne Cihelka y el Sr. Luis Díaz del departamento de relaciones públicas del USCG, séptimo distrito.  Se nos entregó una copia del video hecho público por el USCG en la conferencia de prensa.

 

 Este video resulta para HAR tan preocupante como el alegato de violencia por varios motivos:  La violencia no concuerda con el carácter del refugiado cubano.  Las balsas típicas encontradas por HAR (más de quinientas) eran en su mayoría de color oscuro para dificultar la detección a la hora de la salida, así como su construcción era de fácil ensamblaje costero, ya que el transporte de las mismas lo hacían generalmente los tripulantes para subrepticiamente lanzarlas al mar.

 

 El video tomado por el USCG muestra una balsa de color amarillo de fácil detección.  Su construcción era complicada y tenía un motor interior, dificultando esto su transporte y lanzamiento al mar sin ser descubierta.  Posiblemente requería el uso de un camión y quizá hasta de una grúa.  Todo esto en Cuba resulta difícil sin la cooperación de las autoridades.  Los doce tripulantes, todos hombres, lucían jóvenes y fornidos, de aspecto y posible procedencia militar.  El uso de piedras para tirar implica un preparativo que nunca antes habíamos observado, un acto de violencia premeditada.

 

 Nos sorprendió en extremo, por lo documentado del incidente, que el USCG no pudo darnos los nombres de los balseros, alegando no haberlos tomado.  Sin los nombres de los balseros se imposibilita cuestionar independientemente la legitimidad y los motivos del incidente en cuanto a que éste pueda haber sido fabricado por el gobierno cubano para su beneficio, haciendo uso de la ingenuidad del USCG para su divulgación. También le resta credibilidad al alegato de violencia real de los balseros hecho por el USCG la falta de testigos independientes o miembros de la prensa, a quienes tampoco se les permite estar presente a bordo de los escampavías.

 

No olvida HAR que fue a través del propio USCG que tuvo lugar el envilecimiento y el robo de la identidad de nuestros balseros cuando en el año 1992, sin ningún cambio político en Cuba que lo justificara, los partes de prensa del USCG sobre los balseros, que anteriormente se referían a ellos como “refugees” (refugiados), comenzaron a llamarles “migrants” (inmigrantes).  Esto ayudó a crear las condiciones de opinión pública necesaria para su futuro rechazo.

 

 Ahora la situación se agrava nuevamente con el uso de la semántica oficial del gobierno de EEUU, al redesignarse a los balseros como “violent migrants” (inmigrantes violentos).  ¿Será esto una forma de contrarrestar la mala y violenta imagen dada por el propio USCG cuando la interceptación del grupo de refugiados en Surfside, que tuvo lugar ante las cámaras de TV?  ¿Será todo esto del género inocente e iniciado por el USCG?  El USCG nos respondió que fue allí, en su séptimo distrito, donde se inició la noticia.

 

 Enigmas como éste tienden a resolverse con una simple pregunta:  ¿Quién se beneficia?   A eso vamos.

 Nuevamente, el mal comienza en Cuba.  El propio Castro, aún no satisfecho con su actual capacidad represiva, está en busca de una forma más efectiva de controlar él mismo la salida de los refugiados cubanos.  También pretende ahora que EEUU, además de proveerle ya el servicio de guardafronteras gratis, a través del USCG, derogue también la Ley de Ajuste Cubano.  Dicha ley es el instrumento legal que le permite a nuestros refugiados encontrar asilo político en EEUU.  De concedérsele su deseo, Castro obtendría así el control absoluto de las salidas de la Isla al sólo quedar lo que él llama la “salida legal” de las veinte mil visas, cosa que él ya controla.

 

 Es oportuno notar, para quienes con frecuencia argumentan que hay tratamiento preferencial de EEUU para los cubanos, que el origen de la Ley de Ajuste Cubano surge de la iniquidad histórica de EEUU hacia Cuba.  A sólo un año de la traición de Girón, durante la crisis de los misiles en octubre de 1962, la Administración Kennedy-Johnson consolidó a Castro en el poder con las promesas hechas a la Unión Soviética en las que garantizaba la permanencia del comunismo y el tirano en la Isla a cambio de la retirada de los misiles de Cuba.

 

La libertad que EEUU comprometió a cambio de su seguridad nacional no era propia, era del pueblo cubano.  Esta insólita deuda política y moral de EEUU hacia Cuba dio origen, a manera de compensación, a la Ley de Ajuste Cubano.